RADIO ON LINE

BIENVENIDOS




Será un placer y un honor contar con su visita diaria a este blog. Haré lo posible por desarrollar temas de interés vital para el creyente, que lo edifiquen y lo afirmen, estableciendo verdades bíblicas en los corazones entendidos.

Tenemos una cita diaria, no me falle, yo no fallare.
Pastor. Pedro Gonzalez
RADIO EMBAJADA


miércoles, 17 de mayo de 2017

Miércoles 17 de Mayo

2 Corintios 7:10 "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte".

Reflexión: Este texto es de vital importancia para cada creyente, se debe entender para estar libre de esa tristeza mundana que produce muerte. ¿Cuantas veces hemos pecado desde que recibimos a Cristo como Señor y salvador? Muchas, unos más que otros, pero en términos generales todos hemos pecado y posiblemente volveremos a pecar, lo rescatable es que no hacemos del pecado una práctica.
Y lo bueno es que una vez el Espíritu Santo nos muestra que hemos pecado, nos arrepentimos genuinamente y decidimos no volver a tropezar con esa piedra, Dios es fiel y justo para perdonar nuestro pecado. La vida en Cristo es una vida en libertad donde el arrepentimiento es constante a partir de la obra del Espíritu Santo, que, como tutor de nuestra fe, está constantemente rearguyendo al creyente y manteniéndolo en El Camino.
Imagine usted a un David, el rey escogido por Dios, un hombre que según la biblia tenía un corazón conforme a Jehová y sin embargo cae miserablemente en pecado de adulterio, dejando en embarazo a Betzabé, acto seguido manda a eliminar a Urías Heteo, el esposo de ella, de la manera más cobarde; lo pone a entregar su acta de muerte. Ese David que fue elegido es el mismo que obra este pecado con premeditación y alevosía. Con todo eso, Dios lo perdona, no sin cobrarse la paga, que fue el hijo de pecado.
Cada vez que caemos; -y el que crea estar firme mire que no caiga-, nos sentimos avergonzados, podemos sentir tal tristeza de haberle fallado al Señor, que nuestra primera reacción es alejarnos, esta es la jugada maestra de la culpa, de satanás, para mantenernos aislados, pero justamente allí radica la importancia del entendimiento del texto que hoy se nos presenta. Hay una tristeza que es para muerte, esa es producida por el mundo, y nos separa (muerte quiere decir separación) de Dios, pero la tristeza que es para salvación nos convence de pecado para reconciliación, es allí donde la sangre de Cristo toma todo el poder que le fue dado y entra a operar el ministerio de Cristo en pleno, el ministerio de la reconciliación.
Note que ocurrió con Judas, tuvo arrepentimiento o tristeza, para muerte y fue y se ahorco; de la misma forma note que paso con Pedro, tuvo arrepentimiento que fue para salvación. El primero había traicionado al Maestro y el segundo lo había negado que a la postre es la misma cosa. Pero mientras Judas se ahorco, Pedro predicaba y miles eran convertidos, mientras Judas tiro las monedas producto de su pecado y luego de ahorcarse su cuerpo putrefacto cayo del árbol y se reventó en Aceldama, Pedro operaba milagros de sanidad cuando al pasar enfrente de los enfermos su sombra se proyectaba sobre ellos y eran sanados. Lo que pretende el mundo es aislarlo en la tristeza para luego devorarlo, pero lo que hace Dios a través del E.S. es convencerlo, de una conducta errada para que llevarlo a una conducta correcta, en la que ahora usted operara de una forma distinta, con una mente aprendida, y no volviendo atrás, en esto se manifiesta la gloria de Dios.
Por eso dice la escritura que el pecado ya no se enseñoreara de nosotros.
Vea 2 Corintios 2:5-11 Si tiene un comentario acerca de este devocional es bienvenido 

Escríbame sus opiniones, me gustaría saber de usted, si puede, llegue este domingo a la iglesia. Para más información contáctenos al teléfono 303-:513-8639 

0 comentarios:

Publicar un comentario