Devocionales

Reflexión: Que gran enseñanza nos trae hoy el autor de hebreos en este texto. Primero es necesario decir que cuando uno se acuerda de las personas, uno recuerda al menos una de dos cosas, o lo que decían o lo que hacían, eso es un principio, no es que me acuerde de alguien, es que recuerdo o lo que decía o lo que decía ese alguien; algunas veces puede perfectamente ocurrir que me acuerde de ambas cosas, lo que decía y lo que hacía, y normalmente cuando eso ocurre es porque la persona decía y hacia una misma cosa.

En el texto de hoy, la biblia nos habla de ese tipo de personas las que dicen una cosa y las que hacen lo que dicen, que son fieles a su palabra y no dan marcha atrás. Esas personas tienen el carácter de Dios, que tal como dice, hace.

Note que dice: “acordaos de vuestros pastores que os hablaron” … acordaos de lo que decían. Y luego dice: “considerad cual haya sido el resultado (fruto) de su conducta” es decir lo que hicieron. Y por supuesto no podemos dejar por fuera una pequeña parte del versículo, y es la que dice que, “os hablaron la palabra de Dios”

Cuando una persona habla la palabra de Dios y su conducta se alinea a la palabra que habla (la de Dios) no habrá forma que el resultado de la conducta de esa persona no haga eco de la palabra, que dicha persona hablo. Por eso el autor dice, considerad el resultado de su conducta e imitad su fe.

Es notorio que en este versículo se hable de pastores, y es que el pastor tiene una gran responsabilidad, liderar por el ejemplo.

Cristo es el buen Pastor, el gran Pastor, Él nos dio un ejemplo tremendo que debemos seguir, no podemos decir que no tenemos una bandera, un norte. Muy por el contrario, Cristo a través de todo lo que hizo nos marcó un sendero que caminar, y como pastores es conveniente seguir esas huellas y pisadas ya que al hacer eso podemos estar seguros de que no caeremos en error. No se trata de hacer un nuevo camino, se trata de caminar en El Camino.

No se trata de predicar la palabra que pensamos es buena, se trata de predicar la palabra de Dios, tal como Cristo la predico, poniendo énfasis en lo que Él puso énfasis, el evangelio del Reino.

No es simplemente decir que predicamos, es exhibir una conducta que imita a Cristo, porque esa conducta trae resultados tangibles, palpables y positivos, resultados buenos y como tal esa es una conducta que es digna de ser imitada, por la simple razón de que sus frutos son buenos, no digo buenos, buenísimos.

Solo puedo cerrar diciendo que toda persona, no solo un pastor, que dice algo y hace lo que está en concordancia con lo que dice, es una persona llamada al éxito. Eso se llama congruencia, se llama carácter y las personas congruentes y de carácter, están llamadas a triunfar. El texto nos habla de pastores, solamente porque está escrito a una audiencia que se entiende como de fe. El pastor tiene la obligación de ser imitador de Cristo porque el es luminar para muchos. Por sus frutos los conoceréis.

Vea Hebreos 6:12