Devocionales

Reflexión: Si la iglesia estuviese haciendo la tarea que en verdad está llamada a hacer, no estaríamos viviendo en las condiciones actuales de injusticia, inmoralidad y aberración que se vive hoy en muchos de los niveles de la sociedad. Que vivimos en un mundo caído no cabe duda. 

Si usted amado lector se detiene a analizar un poco el texto de hoy, se podrá dar cuenta de algo: Hay una tarea que le es encomendada a alguien, ¿Quién es ese alguien? La iglesia. ¿Cuál es la tarea? Dar a conocer algo, ¿Qué es ese algo? La multiforme sabiduría de Dios. Y aún hay más preguntas, ¿a quién debemos dar a conocer esa multiforme sabiduría? A los principados y potestades.

Este es un tema de autoridad no de otra cosa. El segundo cielo es un sitio de oscuridad o tinieblas que quiere decir ignorancia, y ese lugar debe ser copado en la autoridad del conocimiento del Dios altísimo, de la manifestación misma de Cristo, aquel que todo lo llena en todo. 

Cristo es presencia, sustancia que copa cada espacio y cada lugar. La escritura ya lo anticipaba cuando le fue dicho a Abraham que la tierra que pisara la planta de sus pies seria tierra conquistada, y cuando en Gálatas 3:13-14 se nos dice que, en Cristo, las promesas de Abraham nos alcanzaran, lo que está planteando la biblia es una realidad que se cumple inexorablemente cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón.; la tierra que pisemos será tierra conquistada para el Reino de Dios.

Las potestades están hoy día copando espacios que no les pertenecen, sitios geográficos como ciudades, naciones, comunidades y ámbitos espirituales en los que tienen su influencia gracias a que el pueblo de Dios no tiene conocimiento, no sabe y no entiende quien es su Dios, no nos hemos apersonado de nuestro rol, de nuestra misión y le hemos cedido el terreno de las cosas más valiosas a satanas, triste pero así es.

Mas cuando la iglesia despierte y se tome a pecho la tarea de dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios a las potestades, la luz que es Cristo Jesús, será manifestada y el imperio de la mentira, de la injusticia, del fracaso, de la pobreza, de la oscuridad, se habrá roto, Pero es la iglesia la que esta llamada, con propósito a hacer tal cosa.

Sobra decir que para dar a conocer una cosa a alguien es necesario que la conozcamos nosotros primero, lo cual desnuda desde ya el gran problema de la iglesia de hoy. No conocemos la multiforme sabiduría de Dios, ni siquiera nos acercamos y hay a quien no le importa un comino conocer a Dios, están más entretenidos jugando a la iglesia y al cristiano, que buscando en realidad el Reino, menos aún su justicia. Así no habrá forma de que la iglesia cumpla su propósito y lejos está de alcanzar victoria.

¿Queremos una vida distinta? Hagamos algo distinto, busquemos con insistencia el conocimiento, la sabiduría y el poder de Dios, para que así podamos manifestarlo, es decir ensenarlo al mundo y a las potestades. La búsqueda no es afuera, es adentro de usted. No olvide que como creyente usted tiene al Espíritu Santo, tiene la paz que le fue dejada, tiene la palabra, tiene la presencia, tiene el poder, tiene la mente de Cristo, y si es que en verdad tiene a Cristo en usted, entonces usted tiene en su interior ríos de agua viva esperando que sean autorizados a correr. 

Nos dice la escritura que la creación gime y a una está con dolores de parto, esperando la manifestación gloriosa, de los hijos de Dios; y usted, ¿es hijo o no es? Y si es, ¿Por qué no manifiesta la presencia, la palabra, el poder, y la gloria de Dios?

Vea 1 Corintios 2:7