Devocionales

Reflexión: Este versículo ha sido usado infinidad de veces para hacer declaraciones, para hacer guerra espiritual, para profetizar y para muchas otras cosas, pero mayormente se ha desconocido el poder de lo que aquí se nos presenta.

Quisiera pedirle al lector que note muy bien el orden de lo que se pide, y en quien radica la acción primera de lo que se pide. Atamos y desatamos, pero, ¿dónde se da la acción primera? La primera acción se da en la tierra y la reacción se da en el cielo. La mayoría de creyentes suele decir cosas como: Esperando la voluntad del Señor, o, estoy esperando el mover del Señor, pero la verdad es que El Señor está esperando el mover nuestro para luego moverse El. Permítame explicarle la razón de que esto sea así. 

La tierra está bajo pacto, ya hemos hablado de eso y este versículo nos lo confirma. Nada va a ocurrir en el cielo si antes no se produce algo aquí, nada será atado, nada será desatado. Cuando nosotros damos un paso hacia Dios, El da un paso hacia nosotros, por eso dice: Acercaos a mí y Yo me acercare a vosotros. Nuevamente el primer movimiento es del hombre.

La aplicación práctica de este texto es una acción no una palabra, ya la palabra fue dada, lo que usted ha leído arriba es la palabra la promesa, ahora Dios está esperando que usted ponga la palabra por obra, que usted como creyente se haga hacedor y no solo oidor de la palabra. Yo ato en el nombre de Cristo dice alguien, yo desato en el nombre de Cristo dice otro, y después de atar y desatar no pasa nada, ¿ha mentido Dios? ¿se ha hecho inoperante la palabra? De ninguna manera, lo que ha ocurrido es que no hemos discernido bien la palabra. 

Sabemos que no tenemos pelea contra carne ni sangre, que es una pelea espiritual y como tal debemos dar esa pelea, en el campo de los espíritus. Cuando usted está atado no se puede mover, y cualquiera podrá hacer de las suyas alrededor de usted; así mismo si en lo espiritual usted ya tiene atado algo, ahora tiene todo el espacio para moverse. 

Abraham oyó una palabra de parte de Jehová y ato a su hijo para llevarlo al altar del sacrificio, al hacer esto el ato al demonio y desato favor y poder de parte de Dios para él. Dios entonces se movió y ato el cordero del sacrificio a un arbusto y dejo ver todo su favor sobre la cabeza y la descendencia de Abraham.

Note que el cielo responde a la tierra, una y otra vez, no se quede esperando que Dios se mueva, le puedo asegurar a partir de mi propia experiencia que una vez usted se mueva, Dios se va a mover, pero la acción precursora debe ser la suya. Ate cada uno de sus actos a la voluntad de Dios, y así atara la voluntad de Dios al resultado de sus actos. Desate su vida de la mundanidad cotidiana y usted estará desatando el poder del Dios altísimo y su eterno favor sobre su vida. Muévase en el sentido correcto, no pierda de vista que es Dios quien está obligado a Su palabra y que siendo así, lo que a usted le resta es entender la palabra de dios y acatarla para poder empezar a ver el poder de Dios manifiesto en todas sus tareas.

Vea Mateo 16:19